Pasan los días, las sesiones y las clases sin que nos demos cuenta. En nada de tiempo volveremos a nuestras casas con el olor a incienso de Semana Santa mientras que aún tenemos en el paladar el sabor del último polvorón. La confianza entre los compañeros del master empiezan a hacerse cada vez más sólidos y muchos esperamos que esos lazos de amistad no se rompan por la distancia una vez concluido este curso.
Si forrest Gump nos enseñó que “la vida es como una caja de bombones…”, la directora de Real Madrid TV, Carmen Santos, asemejó la vida de la cadena y la de nosotros mismos como un partido de fútbol en el que “hay que luchar hasta el minuto 90”. De esta manera, me trasmitió la necesidad de pelear por lo que cada uno quiere y para lo que estamos aquí. Así que ya sabéis, un partido tiene 90 minutos pero recordad que siempre existe un tiempo de prolongación que puede decantar el reslutado. Si no decídselo al Bayern de Munich en la final de la Champion ante el Manchester en Barcelona.
Para continuar con nuestra capacidad de narración, el martes iniciamos las clases con la presencia de Javier Díez, que nos explicó cómo dar paso y cómo hacer un directo. Cada una de las parejas dejó volar su imaginación para realizar distintas conexiones con un enviado especial en el lugar de la noticia. Así, mientras unos narraban la última hora del Betis, Madrid o de los entrenamientos de la Fórmula 1, otros se centraron en la curiosa rueda de prensa entre Luis Aragonés y Raúl.
La última hora del martes, en la sesión de Flujos de producción en TV con Ínñigo Pérez, nos demostró varias cosas:
- Que no es fácil hacer un programa especial de 75 minutos para cubrir la información de la selección española antes de un evento deportivo.
- Que hace falta mucho personal en las diferentes zonas donde se organice la competición para que lleguen a todos los sitios
- Que como nos toque realizar algún evento de este estilo, vamos a trabajar de sol a sol.
Además diseccionamos un nuevo deporte que está en auge: el balonmano playa. Ya sabéis, quien quiera practicarlo, en Melilla tenemos una de esas, os espero.
Y llegamos al jueves. Una de las cosas que aprendí durante la sesión de cómo hablar en público es que ya soy capaz de hablar de mi vida durante seis minutos gracias a la ya recurrida ‘Brainstorming’ o ‘lluvia de ideas’. Además, comprobamos que con los diez segundos que tarda en recorrer un ascensor la distancia entre dos plantas se puede conseguir que un jefe escuche tus ideas y te otorgue 30 minutos más de conversación. Eso sí, hay que ser concisos y enamorar al interlocutor en ocho segundos.
Y esto ha sido todo por esta semana… que no es poco. Cuatro días condensados en poco más que dos folios de word. Espero no haber sido espeso. Para más información, ya saben donde encontrarme. Un abrazo, un placer y no olviden supervitaminarse y mineralizarse y que os vaya bonito.
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